lunes, 21 de mayo de 2012

Freire, Paulo. Tercera carta y cuarta carta, en: Cartas a quien pretende enseñar. Ediciones siglo XXI 4a. edición. México,1998. Págs. 52-71.

"Estoy completamente convencido de que la práctica educativa de la que he hablado y a cuya importancia y belleza me he referido tanto, tampoco puede tener para su preparación esas razones de ser o esas motivaciones."

"Lo primero que quiero saber es los maestros son importantes o no."

"Lo que vale contra este estado de cosas es la lucha política organizada, es la superación de una comprensión corporativista por parte de los sindicatos, es la victoria sobre las posiciones sectarias, es la presión junto a los partidos progresistas de corte posmoderno y no tradicionalismo izquierdista."

"Creo que los sindicatos de los trabajadores de la enseñanza deberían sumar a sus reivindicaciones salariales y de mejora de las condiciones materiales para el ejercicio de la docencia otra  a largo plazo."

"Comenzaré por la Humildad, que de ningún modo significa falta de respeto hacia nosotros mismos, animo acomodaticio o cobardía, la humildad exige valentía y confianza en nosotros mismos y hacia los demás."

"La arrogancia de ¿sabe con quien está hablando...?, la soberbia del sabelotodo incontenido en el gusto de ser conocido y reconocido su saber, todo esto no tiene nada que ver con la mansedumbre ni con la apatía del humilde."

"Otra virtud es la tolerancia"

"Ser tolerante no significa ponerse en convivencia con lo intolerable, no es amansar al agresor ni  disfrazarlo."

"Nadie aprende tolerancia en un clima de irresponsabilidad en el cual no se hace democracia."

"Me parece importante, reconociendo que las reflexiones sobre las cualidades son incompletas, discutir un poco sobre la alegría de vivir, como una virtud fundamental para la práctica educativa democrática."

"Es preciso que luchemos para que estos derechos sean más que reconocidos, respetados y encarnados."


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