lunes, 21 de mayo de 2012


Freire, Paulo. Tercera carta y cuarta carta, en: Cartas a quien pretende enseñar. Ediciones siglo XXI 4a. edición. México,1998. Págs. 52-71.

Evidentemente esta lectura, al igual que prácticamente toda la obra de Paulo Freire, está dedicada a los docentes y básicamente a dos cualidades esperadas en cualquier persona: la humildad, como antítesis de la arrogancia así como del reconocimiento de los errores y la tolerancia como sinónimo de empatía, todo esto dentro de los parámetros de la sana convivencia en una sociedad, aplicando aquí una frase que dice: manso pero no menso, pues ninguna persona puede permitir, que en aras de una sana convivencia sea humillada o menospreciada su personalidad como ser humano y esto tiene una relación directa con nuestro trabajo, pues aquí la tolerancia tiene que ser utilizada día con día en nuestra interrelación e interacción tanto con los padres de familia como con los alumnos y aún con nuestros propios compañeros de trabajo.

1 comentario:

  1. Tu simpatía por Freire, no solamente se ve por lo que comentas, sino por tus acciones, espero que tu también te atrevas a sistematizar tus experiencias porque compartiendo también motivas.

    ResponderEliminar